Odio

la cara que pones cuando estás molesta, te ves tan hermosa, carajos

que cambié por que tu me hiciste ver mis errores, me sentía bien siendo un imbécil y no me daba cuenta

la estúpida pose que haces cuando te tomas una foto, hace que te veas mejor

que a pesar de todo aún me dirijas la palabra

que no sientas lo mismo que yo

que pienses mejor que yo

los días en los que quería 5 minutos más

haber puesto pretextos para sentirte cerca

seguir vagando errante atrás de tu sombra

creer que aun existe oportunidad

que seas tan dulce y a la ves tremenda hija de la chingada

que seas tan alocada

tu pinche voz

tu misma pinche voz en mi cabeza

soñar contigo

inventar historias para hacerte platica

que te fuiste y regresaste

que luego te volviste a ir

haber sido el imbécil que conoces

que no sepas que ya no soy el mismo imbécil

sentir la estúpida necesidad de demostrarlo

no tener que demostrarlo

no haberte conocido en un mejor momento de mi personalidad
odio que seas tu misma, mierda

Eres una de las mejores personas que he conocido

Estoy en esos días en los que lo único que quiero es dormir hasta que mañana sea un nuevo día.
Así es; también tengo mis días, como una mujer en su monstruación menstruación. Solo que, a diferencia de las mujeres, yo no sangro.


Éstos días son en los que comúnmente me siento a jugar videojuegos que ya terminé muchas veces o invito a salir a personas que no quieren salir conmigo, lo cual me da más hueva y por lo tanto más ganas de terminar el día.
Ésto pasa al menos dos veces a la semana.


Pero me quiero demasiado como para darme un tiro en la cara con una escopeta. Además, no tengo escopeta.




Te extraño. Coño, ya la he cagado y no hay vuelta atrás.